Mitre - La historia de Gabriel Páez, jugador determinante en la serie ante Güemes

“A los 19 años no quería jugar más al fútbol”

Es bandeño pero se fue muy chico a Buenos Aires. Se rompió dos veces los ligamentos cruzados y su familia lo instó a no abandonar. Jugó en San Lorenzo, Huracán y clubes del ascenso metropolitano. A los 27, pasó del fútbol amateur a Mitre. ¿Nace un nuevo ídolo?

Los hinchas de Mitre están más ilusionados que nunca con el ascenso al Argentino B. Pasó una eliminatoria muy difícil ante otro candidato como Güemes y de los tres goles Auriengros ante el Gaucho, dos fueron de Gabriel Páez, el jugador clave de la serie.
Pero este delantero, bandeño él, tiene una historia muy particular y poco conocida. En una entrevista exclusiva, contó que pensó en dejar el fútbol a los 19 años, luego de romperse los ligamentos cruzados por segunda vez.

En el 2001, con apenas 15 años, se fue a probar a San Lorenzo. Y quedó. A los 17 se rompió los ligamentos de la rodilla derecha y, luego de la dura rehabilitación, pasó a Huracán. Allí la misma lesión lo golpeó en la otra pierna. Se apoyó en su familia, y buscó revancha en la B Metropolitana. Jugó en Italiano, San Miguel y Laferrere.

Tenía todo arreglado para probar suerte en Chile pero por cuestiones económicas (“me ofrecieron una cosa y cuando llegué no fue así”, contó) no se dio. Pero el fútbol siempre da revancha y a Gaby le surgió la chance de Mitre cuando jugaba en una liga amateur.
Hoy, a los 27 años, disfruta de su primera experiencia en Santiago y sus goles alimentan el sueño de ascenso del Aurinegro.


-¿Te sentís el nuevo ídolo de Mitre después de la serie con Güemes?
-Es lindo que la gente reconozca lo que uno hace. El sacrificio que uno hace en la semana y la confianza que te dan los compañeros, hacen que uno se afiance mucho en lo personal y trate de hacer las cosas bien. Pero ídolo no, porque para alcanzar eso uno tiene que hacer muchas cosas. Yo recién estoy dando mis primeros pasos en este club, pero es bueno que la gente reconozca lo que hago.


-Sobre todo porque te costó al principio...
-Sí, cuando llegué al club fue medio difícil a pesar de que había convertido goles en los amistosos. Tuve la mala suerte de lesionarme y entré en, no sé si llamarlo falta de confianza, pero el hecho de sentirme mal en lo personal porque había llegado con muchas expectativas y una lesión me tenía a maltraer, es medio difícil después volver a tomar la confianza. Más como había andado en la pretemporada, pero gracias a Dios hoy se me dan las cosas nuevamente.

-¿Por qué te fuiste muy chico de Santiago?

-A los 15 años tuve una prueba para Independiente que me consiguió Walter Toloza. Fue todo muy loco porque me fui de aquí con mi viejo, con Walter y un grupo de 30 chicos de los cuales quedamos dos. Cuando volvemos, mi viejo vio en El Liberal que había una prueba para San Lorenzo y como somos fanáticos del Cuervo me dijo que vayamos. Clausen ya me había dado el ok en el Rojo pero nos fuimos para San Lorenzo. En una tarde con mucho viento y calor, toqué dos pelotas y en una hice gol. Me llamaron para otra prueba a fin de año. Mi vieja no quería que me vaya porque era muy chico pero mi papá le explicó que estas cosas se dan pocas veces y hay que saberlas aprovechar”. Pasé la última prueba y quedé.


-¿Por qué no pudiste triunfar en Buenos Aires?

-Tuve una lesión de ligamentos cruzados, era muy chico, salía de una vida muy familiera, me costaba mucho. Siempre esperaba que vaya alguien a verme. Aquí mi viejo me llevaba todos los fines de semana a la cancha y allá, al no tener a nadie cerca, se me hizo difícil. Cuando vas a Buenos Aires no sabes con qué te vas a encontrar. A pesar de todo, la poca o mucha experiencia que recogí allá en todos los aspectos, sobre todo en lo personal, me ayudó un montón

-Tuviste dos roturas de ligamentos siendo muy chico, ¿cómo las superaste?

-A los 19 años no quería jugar más al fútbol. Me acuerdo que estaba en AFA cuando me informaron que me había roto los ligamentos de nuevo. Lo llamé a mi papá desesperado, con mucha tristeza le comenté que no quería jugar más. Me dijo que me quede tranquilo, que me iba a apoyar hasta lo último. Tanto él como mi mamá y mis hermanas me apoyaron mucho y yo me cobijé en ellos. Hoy les agradezco a ellos porque estoy donde estoy gracias a mi familia.


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¿Lo del ascenso fue como una segunda oportunidad?
-Bajé a jugar en Italiano, no me esperaba pasar a una categoría más baja, no estaba preparado. Allí jugué un par de partidos y sentía que podía tomar la revancha, pero por circunstancias no se dio de volver al fútbol grande. Después aparece un representante que me quiso llevar a Almagro, en el Nacional B, pero como estaba inhibido no me pudo fichar. Me fui a San Miguel donde hice una buena campaña y en Laferrere peleamos el ascenso y llegamos a semifinales. En el ascenso uno conoce el fútbol de más adentro, se juega más con el corazón que con otra cosa y en lo personal me sirvió mucho porque aprendí a crecer, madurar y ver el fútbol de otra manera.


-¿Cómo es esta primera experiencia en el fútbol santiagueño a los 27 años?

-Estoy contento por estar donde estoy y orgulloso de los compañeros que tengo. Por sobre todo estoy feliz por el momento que nos toca vivir, sabemos que éste es un torneo muy difícil donde cometes un error y te vuelves a tu casa. Hoy tenemos que disfrutar de esto y ojalá podamos llegar al objetivo que es el ascenso.


-¿Cómo se dio tu llegada a Mitre?

-Tengo un amigo que es allegado al club, Edy Silva, y un día yo estaba jugando en la liga el Potrerito (amateur) y me dijo si quería venir a probarme a Mitre. Yo estaba sin club porque recién había llegado de Chile donde no pude arreglar en Deportes Concepción. Vine, estaba Elizeche y me dijo que sí me iba a tener en cuenta. Entonces arreglé y comencé con todas las expectativas de hacer las cosas bien.


-¿Sentiste que tenías que demostrar por no ser conocido en Santiago?
-A esta altura no sé si uno tiene que demostrar, uno sabe las condiciones que tiene y las cosas que ha hecho en el fútbol. Lo mío pasaba más que nada en poder retribuir el gesto que tuvo esa persona que me trajo, que habló de mí y que hizo todo para que esté adentro de este plantel. Sabemos que eso es difícil porque hay muchos jugadores que están sin club y cuando se dan estas oportunidades uno trata de devolver ese gesto. Me sentía medio incómodo porque había tenido esa lesión en el tobillo que me había dejado casi un mes y medio sin jugar.
Por suerte pude volver y reencontrarme con el gol, el equipo ganó y pasó de fase, eso es lo más importante.


-¿Estuviste a punto de dejar Mitre cuando estabas lesionado y había otros delanteros que estaban jugando?

-Sí porque era muy difícil, todos estábamos haciendo las cosas bien. Quedó demostrado que el que salía no se notaba y eso es bueno porque demuestra que hay un plantel muy competitivo y que uno tiene que estar al 100% para poder jugar.

-¿Por qué no le pediste el penal a Carlos López como en Unión Santiago?

-En la cancha de Unión se había dado algo muy particular, venía sin convertir y encima me habían hecho la falta y estaba con la ansiedad de patearlo. Y el sábado él me dijo dejame porque vos ya hiciste un gol. Eso demuestra que hay compañerismo y que el grupo está muy bien. Pero se la atajaron, ¿el próximo lo pateás vos?
Le dije que la próxima que lo patee así, mejor lo pateo yo (risas).


-¿Qué se siente ser el único equipo santiagueño que sigue en el TDI?

-Estamos orgullosos porque sabemos de lo competitivo que se hizo el fútbol santiagueño.
Es lindo porque entre Güemes y Mitre, no sé si uno de los dos iba a ascender, pero sí sé que son dos grandes equipos que le apuntaban a lo mismo. Y pasar ese cruce te deja muy bien parado. Ojalá que se nos pueda dar porque Mitre es un club grande y queremos llevarlo bien arriba.


-¿El gran sueño es el ascenso?

-Ojalá se nos pueda dar, estamos todos con la misma ilusión y es lindo que la gente esté ilusionada como nosotros porque dejamos muchas cosas en la semana. Nos vamos dos o tres días afuera y queda la familia atrás de nosotros que está pendiente de lo que pasa, de cómo estamos. Eso nosotros lo valoramos mucho. Por todo eso que dejamos en la casa, cuando salimos a la cancha tratamos de hacer las cosas de la mejor manera. También para que la gente se pueda llevar un gran espectáculo.


Grandes compañeros

De su paso por el Ciclón, Gaby recuerda a compañeros que tuvo que hoy son muy conocidos como Pablo Zabaleta, Gonzalo Rodríguez, Pablo Barrientos, Jhonanan Botinelli y Walter Montillo. “Hoy es un placer decirlo porque, por más que estemos en lugares diferentes, significa que en algún momento creyeron en las condiciones de uno. Ojalá me toque algún día poder volver a estar donde uno quiere”, se ilusionó.



Fuente: Diario El Liberal
Mitre - La historia de Gabriel Páez, jugador determinante en la serie ante Güemes Mitre - La historia de Gabriel Páez, jugador determinante en la serie ante Güemes Reviewed by Fútbol SdE on abril 05, 2011 Rating: 5

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